Cuando se trata de fontanería, hay pocas cosas más frustrantes que una fuga. ¿Un desagüe lento, un molesto chorro de agua o incluso una tubería que no para de reventar? Sea cual sea el problema, tendrá que ocuparse de él. Una fuga puede ser un síntoma de cualquier cosa, desde una tubería envejecida hasta un problema con los cimientos estructurales. Todo depende de dónde se encuentre, de la antigüedad de